En conferencia de prensa, la alcaldesa de Nicolás Romero, Yoselin Mendoza, y el alcalde de Cuautitlán Izcalli, Daniel Serrano Palacios, anunciaron un plan conjunto para reforzar las acciones de rescate de la Presa de Guadalupe. Las medidas incluyen el retiro de basura y la revisión de descargas irregulares de aguas residuales que afectan este cuerpo de agua.
El edil de Cuautitlán Izcalli agradeció la disposición de su homóloga de Nicolás Romero para colaborar en estas labores, que durante 20 años han sido realizadas exclusivamente por su municipio. Ahora, el gobierno de Nicolás Romero contribuirá con personal y equipamiento, bajo la capacitación y acompañamiento del equipo izcallense.
Coordinación para la recolección de residuos
Uno de los acuerdos clave es que, debido a la dificultad para trasladar los residuos desde la zona colindante con Nicolás Romero, todo el volumen recolectado por sus trabajadores será manejado por Cuautitlán Izcalli para su disposición final.
«Nuestro municipio ya realiza esta labor de manera permanente, por lo que nos encargaremos de garantizar una correcta disposición de los desechos», explicó Daniel Serrano.
Revisión de descargas de aguas residuales
Además de la limpieza del embalse, se revisará la situación de las descargas de aguas residuales provenientes de Nicolás Romero, principalmente en el fraccionamiento Cántaros y en los cauces de los ríos Xinté, San Pedro y San Ildefonso, identificados como fuentes de contaminación de la presa. Esta medida requerirá coordinación con Atizapán de Zaragoza, otro municipio con influencia en la zona.
Un plan alineado con el proyecto hídrico nacional
Los alcaldes destacaron que este proyecto se enmarca dentro del Plan Maestro de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, que busca el saneamiento de cuerpos de agua como parte de una estrategia para garantizar el suministro de agua potable en el Valle de México.
La Presa de Guadalupe, con el debido saneamiento, tiene el potencial de abastecer hasta a un millón de habitantes en la región.
