viernes 20 de septiembre de 2024
Edición 395
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Las lecturas de la elección del 2023 en el estado de México II:Marco A Oviedo

(La lucha entre dos visiones de gobierno)

Después de 71 años de mandato presidencial del PRI, en el año 2000 México vive su primera alternancia en el máximo poder público y Vicente Fox es electo presidente de la República. Esta alternancia le permitió al PAN gobernar el país durante dos sexenios. El segundo episodio de alternancia se dio en 2018, con el ascenso de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia. En 2024 sabremos si este episodio durará otros seis años.

¿Pero cuáles fueron las causas que han motivado estos lapsos de alternancia del poder en nuestra nación?. Por principio de cuentas podría atribuírsele al desgaste natural que trae consigo el ejercicio del poder por parte de un solo partido; a la evolución -incipiente aún- de nuestro sistema democrático que permitió que la oposición creciera, y sobre todo a los innumerables vicios que se incubaron y emergieron en una clase política que desde hace décadas comenzó a degradarse y corrompiendo al servicio público y al poder político para amasar riquezas ilícitas cada vez más insultantes y exorbitantes.

Derivado de lo anterior, en la primera etapa de alternancia en el país, Vicente Fox se ganó las simpatías de los electores con propuestas como: el combate a la pobreza, acabar con la impunidad y la corrupción, fortalecer la educación, acotar el poder presidencial, lograr una mejor distribución del ingreso, desarrollar el campo, luchar contra el narcotráfico y culminar el proceso de reforma electoral, entre lo más destacado. 

En la segunda etapa de alternancia, Andrés Manuel López Obrador logró impactar en la conciencia del electorado con propuestas como: combate a la pobreza, desterrar la corrupción, mejorar la calidad educativa, distribuir con honradez el presupuestopúblico, fortalecer los subsidios al campo, combate a la inseguridad, atención médica universal y revocación de mandato, entre otras más.

Como se darán cuenta, las dos propuestas son similares. Y si se enlistan las principales propuestas de campaña de los últimos 10 candidatos a la presidencia de la República, seguramente no notarán grandes diferencias. Las carencias, rezagos, problemas y retos de México siguen siendo los mismos desde hace más de 60 años.

Entonces, el asunto estriba en quién realizó las propuestas de campaña, en qué momento coyuntural las propuso cada candidato, cómo construyeron la narrativa para argumentar sus propuestas y quizá lo más importante, qué visión de gobierno representaban Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador. 

Fox se manejó con una imagen de empresario y con él los conceptos de calidad, competitividad, productividad, inversión, desarrollo, crecimiento económico con un horizonte 2025 fueron el eje catalizador de un cambio de rumbo en la conducción del país. Las propuestas de campaña fueron las mismas de otros candidatos y de otros años, porque los problemas del país siguen siendo los mismos, pero la visión para enfrentarlos era diferente. Eso fue lo que pudo captar el elector y eso lo llevó al triunfo.Poniendo en claro que la población le apostó a un cambio de método, más no a un cambio de modelo.

López Obrador se construyó una imagen de luchador social -aun siendo del PRI- y con esta imagen se trajo a nuestra época las grandes frases, pensamientos y acciones de personajes de nuestra historia como Juárez, Madero, Flores Magón, Cárdenas y otros más, quienes han sido su principal basamento para el diseño de conceptos y frases como primero los pobres, el pueblo bueno, el pueblo sabio, el pueblo pone y el pueblo quita, no puede haber gobierno rico con pueblo pobre, liberales contra neoliberales, la lucha contra los conservadores. Toda esta narrativa de personajes que defendieron la patria en contra de la injusticia del mal gobierno y de los poderosos, incluso en contra de la intervención extranjera, logró introduciren la conciencia del electorado que Andrés Manuel no sólo representaba un cambio de método sino un cambio de modelo, un cambio de visión.

Si desde tiempos de Carlos Salinas se agudizó de manera brutal y ventajosa la intervención del capital privado en áreas estratégicas de la economía nacional, y paralelamente se redujo la participación del Estado hacia tareas de control y regulación -Fox y Calderón siguieron la misma política-, en sentido contrario, Andrés Manuel representa un giro radical hacia el encumbramiento del Estado como único ente capaz de beneficiar al pueblo y como único dueño de la explotación de los recursos de la nación, que son los recursos del pueblo. Sin embargo, lo que la población que apoya este movimiento no ha entendido es, que es un giro radical hacia el pasado y hacia políticas que no funcionaron.

Lo anterior, es sólo una disertación entre varias que existen sobre el por qué de las dos etapas de alternancia en el poder de nuestro país. Lo cierto es que hoy gobierna López Obrador y lo verdaderamente grave es que esa visión de gobierno de hace 50 añosestá comenzando a dar sus primeros frutos podridos. Crecimiento económico nulo, desempleo galopante, grandes inversiones públicas perdidas en PEMEX y CFE, ominosas inversiones en programas con fines electoreros que no solucionan la pobreza de los mexicanos.

En lo político, la visión de López Obrador es regresar al partido único, al partido hegemónico a costa de lo que sea. Morena, en esencia, será el nuevo PRI del siglo XXI. De hecho, muchos priistas ya están en Morena y varios de ellos hoy son funcionarios,gobernadores, senadores, diputados o alcaldes y varios podrían serlo en el futuro. Esta visión también incluye el debilitamiento y desaparición de los partidos opositores al actual gobierno; el control de los futuros procesos electorales; el ahorcamiento presupuestal de los partidos de oposición; una nueva redistritaciónacorde con la presencia geopolítica de Morena, y para cerrar con broche de oro, la intervención total del Estado en las campañas políticas.

Todo lo expuesto no podría entenderse sin el actuar del presidente Andrés Manuel; una cosa es estigmatizar a los personajes corruptos y al acto mismo de la corrupción, pero otra es estigmatizar los partidos políticos que, como entidades de interés público, tienen funciones, responsabilidades y obligaciones amparadas en la Constitución. No obstante, la narrativa política como uno de los soportes de la visión de gobierno actual, ha rendido sus frutos incluso entre quienes se precian de ser analistas políticos o estudiosos de los fenómenos políticos del país, quienes repiten hasta la saciedad que el PRI apesta, que el PRI es una basura, que el PRIAN y más reciente el PRIANRD representan todos los males de México, y por lo tanto no deben desaparecer del espectro político.

Pues bien, esta visión de gobierno ya tuvo su primera prueba en las elecciones federales de 2021 y no le fue muy bien; el próximo 5 de junio habrá elecciones en seis gubernaturas y Morena busca rescatar el prestigio perdido, aunque ello implique echar mano de candidatos que fueron del PRI. Para 2023, la madre de todas elecciones será la del estado de México y con ella, se podría ampliar la posibilidad de la permanencia de Morena por otros seis años más. Ya lo veremos.

marcoov57@yahoo.com.mx