viernes 20 de septiembre de 2024
Edición 395
Light
Dark

Las lecturas de la elección del 2023 en el estado de México IV:Marco A Oviedo

(Los retos del estado de México para 2023-2024)

El resultado de las pasadas elecciones en seis entidades abrió por lo menos tres frentes de lucha en los que se encuentran involucradas las dos alianzas que se disputarán la gubernatura del estado de México en 2023 y la presidencia de México en 2024. 

El primer frente de lucha lo representa la “moratoria constitucional” que firmaron los dirigentes de los partidos que conforman la alianza opositora al actual gobierno, y que tiene como prioridad frenar la reforma electoral que impulsa el presidente López Obrador, la cual en esencia busca debilitar aun más a la oposición y hacerse del control de los procesos electorales, para allanar la posibilidad de que Morena permanezca en el poder por tiempo indefinido. Esta moratoria fue duramente criticada por AMLO y políticamente no tuvo el impacto que la alianza opositora esperaba; más bien fue calificada como una estrategia precipitada porque tiende a ubicar a las dos cámaras en una especie de parálisis legislativa.

El segundo frente de ataque, y quizá por ello los dirigentes de la alianza opositora firmaron la moratoria constitucional, está siendo personificado por los más visibles y connotados líderes del PRI y del PAN, quienes públicamente o en lo interno, han solicitado a Alejandro Moreno y a Marko Cortés que renuncien a sus cargos como presidentes de sus partidos, sustentando su petición de renuncia en los pésimos resultados obtenidos en las elecciones a gobernadores de 2021 y 2022. En el mejor de los casos, estos líderes partidistas que hoy se están expresando en contra de sus dirigentes, exigen una mayor apertura en la toma de decisiones y la revisión de las estrategias 2023 y 2024, así como el análisis de los términos que soportan la conformación de la alianza opositora.

En el tercer frente de batalla, está siendo operado por el propio presidente Andrés Manuel, sus seguidores y todo el aparato del Estado. Los objetivos de corto plazo son continuar minando la imagen del PAN, PRI y PRD (en lo particular y como alianza), y tumbar las dirigencias de Alejandro Moreno y de Marko Cortés. En lo inmediato, el que sufre los embates del poder es el dirigente del PRI, a través de una serie de filtraciones que está publicando en forma descarada la gobernadora morenista Layda Sansores, como preámbulo para una posible demanda judicial en contra de Alejandro Moreno.

Con este escenario complejo, el pasado domingo 12 de junio Morena y sus candidatos a la gubernatura del estado de México y a la presidencia de la República, realizaron un mitin en la ciudad de Toluca, con lo cual dieron el banderazo para iniciar la carrera rumbo a las elecciones de 2023 y 2024.

El mensaje de ese domingo fue claro para la alianza opositora y para el propio gobernador Alfredo del Mazo: Morena va a la elección del próximo año ¡con toda la fuerza del Estado! y por encima de la ley y de la Constitución.

En fechas posteriores, y a lo que algunos periodistas locales calificaron como una primera respuesta al evento morenista, el gobernador Alfredo Del Mazo realizó el cambio de titular en la Secretaría General de Gobierno de la entidad, por lo que Ernesto Némer, uno de los aspirantes a la candidatura por la alianza opositora, es liberado de cualquier responsabilidad administrativa para poder llevar a cabo las tareas políticas que considere convenientes para contribuir al triunfo de su partido.

Paralelamente el líder estatal del PRI, Eric Sevilla efectuó cambios en varias carteras del CDE de este partido, en las que se designaron a personajes muy cercanos al gobernador Del Mazo; asimismo, publicó las convocatorias para la integración de los Consejos Políticos Municipales y la subsecuente elección de las dirigencias municipales y comités seccionales. A su vez, la dirigencia nacional del PAN instaló el Comité Estratégico Rumbo al 2023. Por su parte el PRD dio a conocer su estrategia rumbo a las elecciones del 2023en el estado. 

Con estas acciones iniciales, los partidos de la alianza opositora empezaron a encaminarse a los comicios del año próximo, pero ¿cuáles son los principales retos que tendrán que resolver los aliancistas para ganar la gubernatura en los comicios del 2023?

Por principio de cuentas, elegir a la candidata o candidato que encabezará la alianza opositora, sin que ello implique un resquebrajamiento interno que seguramente será aprovechado por la alianza de Morena para allegarse de voluntades políticas de sus opositores. Aquí existen diversos escollos que salvar. Se sabe del alto nivel de institucionalidad de los priistas para aceptar las decisiones cupulares, y se espera que en ese tenor se mantengan Alejandra del Moral, Ana Lilia Herrera, Ernesto Nemer y Ricardo Aguilar Castillo. Pero por parte del PAN y del PRD, tanto Enrique Vargas como Omar Ortega están presionando fuertemente para ser ellos los candidatos. 

Omar Ortega no representa peligro alguno por la escasa capacidad electoral de su partido; sin embargo, Enrique Vargas si puede ser un fuerte factor de rompimiento en la alianza opositora. Si Enrique acepta ceder la candidatura, es muy probable que la negociación tenga un horizonte hasta 2029.

El segundo reto es lograr cambiar con la dinámica discursiva anti-lópezobradorista, para pasar al diseño y empoderamiento de una narrativa propositiva basada fundamentalmente en todos los yerros, omisiones e ilegalidades en las que han incurrido el gobierno de Andrés Manuel y sus más emblemáticos gobernantes y funcionarios. Una línea discursiva programática que proponga soluciones a la grave problemática que hoy vive el país y en consecuencia el estado de México. Aquí el asunto es poder delimitar de manera clara ante los electores, los problemas propios del estado y su gobierno con respecto a los problemas causados en el estado por el mal manejo del gobierno federal.

El tercer reto y no menos importante que los anteriores es, encontrar la fórmula para que el desprestigio y luchas internas con los dirigentes nacionales del PRI y del PAN, no contamine el escenario político-electoral del estado de México. Ambos partidos son fuertes en la entidad, incluso podría decirse que son organizaciones con vida propia y que, en diversos momentos, sus dirigencias nacionales han respetado las decisiones y estrategias de sus dirigencias estatales.

Los estrategas de Morena buscarán replicar en el estado de México las estratagemas que, a nivel nacional, les permitieron ganar adeptos de todos los partidos tanto en el rango estatal, regional, municipal o de localidad y con ello sumar o restar los votos suficientes para obtener la gubernatura. Los morenistas saben a ciencia cierta que la elección de 2023 la tienen muy cuesta arriba, no por nada al reciente mitin en Toluca se le denominó “Reunión de la Unidad”, lo cual indica que ya se empezaron a observar las primeras fisuras al interior de ese partido, pero este asunto lo tocaremos en la siguiente colaboración.

marcoov57@yahoo.com.mx