sábado 14 de diciembre de 2024
Edición 406
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Víctima de violación, hoy con apenas 18 años de edad, con intentos de suicidio, el hijo menor de Valeria Sabat Fernández enfrenta nuevamente el miedo por que su agresor salió libre y vive muy cerca de su domicilio.

Acompañada por familiares y amigos, la señora Valeria Sabat, con lágrimas en los ojos y con una evidente posición de coraje, exigió justicia y todo el peso de la ley en contra del agresor de su hijo, Carlos «N».

En conferencia de prensa realizada en un restaurante de Atizapán, denunció el abuso sexual que sufrió su hijo menor, cuya identidad mantuvo protegida bajo las siglas SFF, con relación a la causa judicial 625/2022.

Al mencionar que durante estos dos años de un desgastenate y «turbio» proceso legal, en donde se ha encontrado con diversas irregularidades y marcado «influyentismo», aprovecho para hacer un enérgico llamado al presidente del Tribunal Superior de justicia del Estado de México, Ricardo Sodi Cuellar, para que no haya corrupción en la condena y se lleve a cabo una sentencia condenatoria para Carlos «N».

Como madre, he sufrido de amenazas, hostigamiento, acompañadas de noches de desvelo para consolar a mi hijo, quien no duerme, no come bien y quien se siente «destruido» por dentro, sin ganas de vivir, por eso queremos justicia, recalcó.

Sabat Fernández, detalló que han enfrentado obstáculos como actos de corrupción, desaparición de evidencia en el juzgado y amenazas que han revictimizado a mi hijo y retrasado el proceso, afirmó.

Puntualizó que con la denuncia de abuso sexual y el seguimiento que interpuso en contra de Carlos «N», fue detenido en octubre del 2021. Sin embargo, antes de que concluya el juicio, Carlos salió libre el pasado 7 de diciembre, «pese a que es un peligro para la sociedad, pues es un patrón patológico del abusador repetir y buscar una nueva víctima», apuntó Manuel Figueroa, tío del joven abusado.

Cabe recordar, que por este abuso sexual, vecinos y familiares de la víctima protestaron frente al Motel Magnun el pasado 17 de diciembre del 2021, para exigir la presentación de bitácoras y videos de acceso al hotel, al tiempo que cuestionaron porqué en ese negocio permitían el ingreso de menores de edad, ya que cuando sucedio la agresión, su hijo apenas tenía 16 años y entró con el agresor que ya tenía en ese entonces 40 años de edad.

Santi ha intentado suicidarse, sufre cuadros de anorexia y depresión severo y ahora de miedo, tras la salida de su presunto agresor, «que además vive muy cerca de nosotros y en cualquier momento puede acercarse, incluso estar aquí y poder atacarnos», finalizó al tiempo de pedir a las autoridades dar seguimiento al caso, para que lo que sufrió su hijo, NO LE PASE a ningún otro niño.