Ante el creciente problema de acumulación de llantas en calles, barrancas, ríos y alcantarillados, el Gobierno del Estado de México, encabezado por la Maestra Delfina Gómez Álvarez, ha emitido un llamado, a través de la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (SMAyDS), para fomentar una nueva conciencia ecológica enfocada en la correcta disposición de residuos sólidos.
Los neumáticos, considerados *Residuos de Manejo Especial*, representan un serio desafío ambiental, de salud pública y económico. Según la Cámara Nacional de la Industria Hulera, el 70% de las llantas nacionales y el 100% de las llantas importadas son reciclables y pueden transformarse en materia prima para asfalto, pistas atléticas y tapetes.
El reciclaje de llantas no solo reduce los residuos, sino que también contribuye al ahorro de energía, la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero y la reducción del uso de agua. Existen dos procesos principales para su reciclaje: la pirólisis, que permite recuperar el 100% de los materiales mediante la quema sin oxígeno, y la trituración, que genera partículas de diferentes tamaños.
Los neumáticos reciclados tienen múltiples usos, como la fabricación de nuevos neumáticos, sellado de productos con grietas, producción de impermeabilizantes, elaboración de materiales de construcción, reparación de asfaltos y la creación de suelas de zapatos, entre otros.
Un adecuado tratamiento de las llantas puede reducir el uso de petróleo de 23.5 litros a 13.05 litros por neumático, disminuir las emisiones de dióxido de carbono y ahorrar más de mil litros de agua por cada llanta procesada.
La SMAyDS hace un enfático llamado a evitar la quema de neumáticos, ya que esta práctica libera gases tóxicos como monóxido de carbono, dióxido de azufre y compuestos orgánicos volátiles, así como metales pesados que contaminan el aire, el agua y el suelo, afectando la salud humana y los ecosistemas.
En México, existen más de 300 millones de neumáticos desechados, de los cuales 40 millones terminan en basureros clandestinos y solo el 12% se recicla. Si se procesaran adecuadamente, más de 500 millones de llantas podrían ser reutilizadas.
