El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) tienen como objetivo reducir a la mitad el número de personas que acuden a los consultorios adjuntos a farmacias y promover que más ciudadanos asistan a los servicios de salud pública. Esta meta forma parte de las 13 propuestas de salud de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, que buscan mejorar el acceso y la calidad en la atención médica en el país.
Entre las principales metas se encuentra aumentar las consultas en el sector público para la población no derechohabiente, reducir el gasto de bolsillo en atención primaria, y lograr que el 95% de las recetas sean surtidas. Además, se pretende disminuir el porcentaje de personas con hipertensión y diabetes no diagnosticadas, mejorando así la prevención y el control de enfermedades crónico-degenerativas.
El plan, que se detalla en el documento 100 pasos para la Transformación, es una respuesta a los retrocesos sufridos durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, agravados por la pandemia de Covid-19 y la transición en el sistema de salud. Sin embargo, expertos señalan que para alcanzar estas metas será necesario incrementar el presupuesto y mejorar la infraestructura existente.
El proyecto también propone combatir el desabasto de medicamentos, un problema que ha afectado gravemente a la población más vulnerable. Se busca incrementar la disponibilidad de insumos y reducir los costos de los medicamentos esenciales en un 30%.
Si bien el plan es ambicioso, algunos especialistas consideran que será crucial contar con un financiamiento adecuado para alcanzar las metas planteadas.