El 25 de enero de 2010 marcó un antes y un después en la vida de Salvador Cabañas, exfutbolista paraguayo que llegó a ser considerado uno de los mejores delanteros de su época. Con un disparo en la cabeza, su sueño de continuar brillando en las canchas terminó abruptamente. La promesa de un contrato con el Manchester United y su destacada carrera quedaron atrás, abriendo paso a una historia de lucha, humildad y superación.
Cabañas fue un ícono del fútbol sudamericano. En 2007 y 2008, fue el máximo goleador de la Copa Libertadores, brilló en la liga chilena y recibió el título de Mejor Futbolista Sudamericano en 2007. Sin embargo, tras el atentado que casi le costó la vida, tuvo que enfrentarse no solo a una dura recuperación física y emocional, sino también a la traición de quienes lo rodeaban.
“Después de lo que me pasó, me di cuenta de que mi exmujer solo me quería por mi dinero. Me sacó todo mientras yo luchaba por sobrevivir. Perdí amigos porque, cuando me quedé sin dinero, se fueron todos los que decían ser mis amigos”, declaró con sinceridad el exfutbolista.
Hoy, Salvador Cabañas lleva una vida sencilla en Paraguay. Se dedica a vender pan y a ayudar económicamente a sus padres. “Cada día que me levanto, agradezco a Dios por estar vivo y por haber aprendido que el dinero no lo es todo. Con orgullo digo que ahora soy panadero”, afirmó.
Su historia, aunque marcada por la tragedia, es un testimonio de fortaleza y humildad. Salvador Cabañas, el que fue estrella del fútbol, ahora brilla como ejemplo de resiliencia.
