Fernanda Padrón
Finalizó el 2018 e inició el 2019 y vale la pena hacer algunas reflexiones.
Primeramente dar gracias por poder concluirlo y tener la fuerza y el aliento para continuar en el 2019. No doblegarse ante los problemas y obstáculos que se nos presentan, siempre ver hacia delante y ser positivos.
Porque hay personas que se apegan a la congoja como si fuera una virtud, y nada ganan, es mejor dejarla marchar con alivio y preferir el optimismo, que más que una virtud, es un Don. Que sumado a lo que hacemos todos los días es lo que va haciendo camino. Porque son los actos y no las palabras los que hablan por las personas, por más que se diga y se mienta, la verdad no se puede esconder.
Por más difícil que se presenten las cosas, hay que darse un compromiso con la vida, no perdamos el tiempo buscando respuestas a lo que no tiene preguntas.
Se tiene que trabajar presente y futuro para salir adelante. Con algo muy importante, nunca confundir nuestras razones con la RAZÓN y menos aún buscar IMPONERLAS. Por ello no se debe pensar con el corazón, se debe sentir con el corazón y pensar con el cerebro, difícil para algunos, pero debemos hacerlo.
Es por ello que con los sucesos que acontecieron en todo el mundo en el 2018 y deseando que el 2019 sea mejor, no me quedo con las ganas de externar lo que quizás sea un sueño, o un gran deseo, que se convierta en hermosa realidad: cambiemos guerra por paz, tristeza por alegría, muerte por vida, porque de lograrlo, toda la humanidad lo agradecerá.
Ojalá que el dinero que se derrocha en las guerras se usara para salvar vidas combatiendo tantas enfermedades que existen, que se ayudara a los millones de personas que ni siquiera tienen para comer, como acontece en muchos países del mundo.
Por qué en lugar de pensar en destruir lo que tanto esfuerzo ha costado construir, no se piensa en combatir la contaminación que afecta tanto; por qué no invertir en conservar los bosques, los mares la fauna; por qué se prefiere seguir destruyendo y matando.
Ojalá que lo que se exterminara fuera el rencor, el odio, porque el odio y el rencor no alimentan a nada ni a nadie y mucho menos al alma.
Si se hacen cosas más positivas, seguramente lo agradecerán todos los seres humanos, y más aún, los niños, los jóvenes, las nuevas generaciones que son el futuro de la humanidad. Porque no hay mayor robo, que quitarle la alegría a las personas. Ojalá, ojalá que lo reflexionen.
Agradezco a la vida, que mi mamá, a pesar de haber estado delicada de salud se haya repuesto, cumpliendo este pasado 23 de diciembre, 93 años, y que siga con nosotros.
Agradezco que a pesar de enfrentar problemas, obstáculos, que se presentan, la contraparte es conocer y contar con bellas personas que por su integridad, su calidad humana, su cariño, te alientan a seguir adelante positivamente.
Agradezco esa gran oportunidad a Enteratede, el poder compartir lo que sucede, lo que analizamos, lo que pensamos y lo que sentimos a través de este espacio y la intención de ser cada día mejores, con la humildad plena de reconocer que podemos hacerlo y que lo necesitamos.
Porque podemos hacer mucho por mejorar nuestras vidas como personas, y entregar un poco a quienes padecen más que nosotros.
Reciban un enorme abrazo en compañía de sus familias, con mis mejores deseos de que en el 2019 exista principalmente salud, que teniéndola, lo demás se logra.
Que siga prevaleciendo la calidad humana, que sigamos contando con los verdaderos amigos y dejando a un lado a los que han demostrado ser simples conocidos, porque la real y verdadera amistad nos une y estimula en una hermandad, a seguir luchando por una mejor ciudad y un mejor país.
Esta hermosa profesión que es el periodismo, aun que se ha tornado difícil y altamente peligrosa, no la cambio por nada.Dejando muy claro que las voces siempre se escucharán, que por más que las amenacen e insulten, NUNCA, NUNCA las sepultará el silencio de la Represión y el Autoritarismo.
Feliz 2019 para todos Y que Dios los bendiga.