Elección 2023 en el estado de México, con aroma de mujer Marco A Oviedo
Desde que las elecciones para la presidencia de la República empezaron a mostrar dificultades para el PRI, debido al avance de la oposición, el estado de México empezó a ser considerado el laboratorio político nacional, porque el proceso electoral en esta entidad se ubicó como un referente para la codiciada elección federal, ya sea por el tamaño de su padrón electoral o por los niveles de votación obtenidos por los partidos contendientes.
Así fue en las elecciones de 1999, 2005, 2011 y 2017del estado mexiquense, en las cuales las votaciones fueron un elemento esencial para definir las estrategias político-electorales de quienes, a la postre resultaron triunfadores en la elección presidencial.
El empoderamiento del PAN durante el período 1996-2005 en el territorio mexiquense, marcaron la pauta para el ascenso al poder presidencial de los abanderados panistas. El triunfo arrollador del candidato priísta en 2011, fue el preámbulo para el triunfo de Peña Nieto; y los resultados electorales de la candidata morenista Delfina Gómez, en 2017, fueron una señal inequívoca del triunfo de Andrés Manuel López Obrador.
Bajo esta óptica, la elección del próximo año en el estado de México no será la excepción. Y no sólo por el número de votos que puedan obtener los partidos con miras a la elección presidencial de 2024 o por quién gana la gubernatura, sino por un criterio muy particular que importa en demasía a López Obrador: la futura candidatura presidencial de Claudia Sheinbaum.
Este criterio puede influir de manera decisiva para que Delfina Gómez sea ungida como candidata de la coalición de Morena para contender por la gubernatura mexiquense. Delfina ya mostró ser competitiva, pero AMLO busca, en esta elección, demostrar que una mujer morenista será la mejor opción para 2024.
En este escenario, la oposición al partido en el poderfederal deberá diseñar, consensuar y consolidar una estrategia en los mismos términos, ya que su alcance y resultados, indefectiblemente influirán en la elección presidencial. El PRI lo sabe y tiene entre sus posibles candidatos a tres mujeres con una excelente trayectoria en lo local, estatal y nacional, Alejandra del Moral, Martha Hilda González y Ana Lilia Herrera.
Por su parte, el candidato visible del PAN es Enrique Vargas y en el PRD todavía no hay personajes de estatura política que busquen competir en la elección estatal. PVEM ha dicho que ira sin alianzas, pero no ha mostrado sus cartas y MC ha planteado que apoyará a Juan Zepeda. Sin embargo, estos cuatro partidos podrían integrar una alianza interesante con el PRI para 2023, y con ello, no sólo arrebatarle el triunfo a Morena, sino también hacer compleja la elección presidencial de 2024.
El problema es que la condición humana en muchas ocasiones pueda llegar a echar por la borda los grandes proyectos. Muchos de los enterados, han planteado que el hilo más delgado por donde se puede romper una posible alianza en el edomex es, Enrique Vargas pero el tiempo lo dirá.
El PVEM si decide ir solo, será exclusivamente por no compartir sus prerrogativas económicas, ya que como partido cada día va a la baja en la entidad. El MC, es cierto que tiene una estrategia de ir ganando terreno poco a poco y no le apura el tiempo, no obstante, la política es el arte de hacer posible lo imposible.
En descargo de lo anterior, Morena también tiene sus querellas internas. Higinio Martínez, el principal benefactor y proveedor de AMLO, quiere ser gobernador y quiere pasar a la historia como el enterrador del mítico Grupo Atlacomulco y fundador del Grupo Texcoco y convertirlo en el futuro gran enclave de la política nacional.
Así las cosas, y el tiempo avanza. AMLO está echando toda la carne al asador para perpetuarse en el poder. ¿Qué harán el PRI, PAN, PRD, PVEM y MC?