Después de casi ocho meses de investigaciones y peritajes, ya podemos saber cómo fue el asesinato de Aideé Mendoza, estudiante que fue encontrada muerta el 28 de abril en CCH Oriente, las primeras diligencias que se hicieron en el Hospital Ignacio Zaragoza y las comparaciones balísticas que fueron realizadas a decenas de ojivas encontradas en los techos del CCH, están relacionadas con otros homicidios.
Mas de 350 diligencias, 2 dictámenes y decenas de eruditos colaborativos con el IPN y la Fiscalía de Justicia Militar para concluir que fue una bala perdida proveniente de una pistola robada a un elemento de la policía la que le arrebató la vida a Aideé. El expediente FIZP-IZP-6/UI-2C/D/2475/04-2019 no se tienen pistas de quien disparó o porque, pudo tratarse de un narcomenudista identificado como “El Gordo Flaco” que operaba dentro del plantel y mismo que hurtó el arma del policía, a pesar de que el vendedor de drogaas fue detenido y su domicilio cateado, el arma no ha sido recuperada, no se ha podido vincular a proceso lo de Aideé, solo por el robo de una Glock calibre 9mm, debido a qué un policía lo reconoció y señaló, además de presentar videos de cámaras particulares y del C2 Oriente.
Un maestro y una estudiante aseguran que el día del crimen lo vieron con lo que parecía ser un arma escondida bajo un trapo, pero no quisieron admitirlo ante el Ministerio Público, el sospechoso sigue en prision por el robo, todo apunta que no podrá ser procesado por el crimen de Aideé. Se creía que la bala pudo haber provenido de una pistola uno pluma que fue accionada dentro del salón y por eso nadie escuchó la detonación, esto fue descartado porque hay indicios de que no se escuchó por qué una mochila pudo haber servido de silenciador.
Con información de Lasillarota.com