Los colombianos Ximena Quijano Hernández, de 25 años, y José Antonio Parada Cerpa, de 22 años, fueron hallados muertos en la madrugada del lunes en una zona cercana al aeropuerto de Huejotzingo. Ambos eran estudiantes de intercambio en la facultad de medicina de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Junto a ellos también se encontraron muertos al conductor de Uber Jose Manuel N, de 28 años, y a un tercer estudiante identificado como Francisco Javier Tirado Márquez, de 22 años, originario de Veracruz. Las autoridades de México dijeron que detuvieron a tres sospechosos relacionadas con el asesinato, y que se adelantan investigaciones del caso.
Tres estudiantes, entre ellos dos colombianos, y un conductor de Uber son hallados muertos en Puebla
Estas muertes hacen parte de un escenario desolador en México, que en 2019 tuvo su año más violento en su historia desde que se llevan registros. Para ese año el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), contabilizó 34.582 víctimas de homicidios dolosos en México.
En el país, que tiene casi 125 millones de habitantes, se estima que viven poco más de un millón de extranjeros, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica de 2018 del INEGI. Y según cifras de esa entidad, los homicidios contra extranjeros han aumentado en las últimas décadas.
En total, entre 1990 y 2018, se han registrado 4.094 homicidios de extranjeros entre un poco más de 497.000 homicidios a lo largo de esos años. Y en la última década, las cifras de homicidios contra extranjeros pasaron de 149 casos en 2008 a 415 en 2018, según las más recientes cifras de reportadas por el INEGI, que no tiene registros detallados las nacionalidades de las víctimas.
Según cifras oficiales publicadas en enero de 2020, se estima que a México llegaron 97,4 millones de visitantes en 2019, la mayoría de ellos provenientes de Estados Unidos, Canadá y Colombia.
Pero a pesar de ser un gran atractivo turístico, la violencia en México ha despertado alarma en algunos países, como por ejemplo Estados Unidos, cuyo Departamento de Estado emitió una alerta de viajes para sus ciudadanos a finales del año pasado instándolos a tener mayor precaución en viajes al territorio mexicano por crímenes violentos generalizados como homicidios, secuestros, asaltos y robo de vehículos.
La alerta instruía a empleados del Gobierno a evitar transitar durante horas de la noche, no utilizar servicio de taxi en las calles incluido aplicaciones como Uber o compañías de taxi registradas.
Y no es para menos, pues en el país se ha registrado un aumento de la violencia desde 2017. En el último año la comisión de presuntos delitos aumentaron un 4,7%; los homicidios dolosos un 2,5%, y los feminicidios un 10,3%, según cifras publicadas a principios de 2020.
Ante las cifras de violencia en general, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que su gobierno heredó un país con niveles de violencia “históricos” y se comprometió a reducir el promedio diario de homicidios dolosos desde el inicio de su gobierno.