Activista víctima de violencia vicaria es encontrada sin vida en Nezahualcóyotl

Cuautla, Mor.- La activista Dulce Gabriela «N», quien luchaba por la custodia de sus hijos, fue reportada como desaparecida el 22 de julio en Cuautla, Morelos, pero lamentablemente fue encontrada sin vida en un hotel del municipio mexiquense de Nezahualcóyotl.
La asociación Unión de Madres Protectoras fue la encargada de informar sobre la muerte de Dulce Gabriela a través de sus redes sociales. Se ha indicado que su cuerpo fue hallado en el hotel de Nezahualcóyotl y que presentaba presuntas huellas de tortura.
La mujer, originaria de Cuautla, se encontraba en una disputa legal desde 2022 para recuperar la custodia de sus hijos de 8 y 12 años de edad. Representantes del colectivo han denunciado que Dulce Gabriela sufría amenazas por parte de su expareja, de quien se separó en 2015.
En el pasado, José «N», el padre de los niños, se llevó a ambos menores tras acordar un encuentro para pasar tiempo con ellos, pero luego no los devolvió. Posteriormente, Dulce Gabriela descubrió que el padre había levantado una denuncia en su contra por supuesta violencia hacia sus hijos, quienes tienen 8 y 12 años.
Trágicamente, un día antes del Día de las Madres, Dulce Flores se enteró de la muerte de su hijo de ocho años. El padre le impidió acercarse al féretro del pequeño debido a una supuesta orden de restricción. Actualmente, el hijo de 12 años se encuentra bajo custodia de la familia paterna, ya que el padre está siendo procesado judicialmente por el infanticidio del otro hijo de ocho años.
La violencia vicaria, también conocida como violencia por poder o violencia de sustitución, es un tipo de maltrato que se ejerce hacia los hijos con el objetivo de dañar emocionalmente a la madre o al padre, utilizando a los menores como instrumentos para causarles dolor. Esta forma de violencia puede manifestarse a través de la manipulación emocional, la intimidación, la alienación parental y la interferencia en las relaciones afectivas y de cuidado entre el niño y el progenitor no agresor. Es una forma de violencia silenciosa y sutil que puede tener graves consecuencias para el bienestar y desarrollo de los niños involucrados.