Con el objetivo de revalorar el agua como elemento central para el ecosistema y la cohesión social, Acela Montes de Oca Hernández, investigadora del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de la UAEMéx, ha dedicado más de una década al estudio de los humedales antrópicos en comunidades indígenas Otomíes y Mazahuas. Estos sistemas de captación artificial no solo garantizan el almacenamiento de agua durante la época de estiaje, sino que también son clave para la conservación de especies en peligro, como los ajolotes de piel fina y aves migratorias.
Valor cultural y retos de conservación:
Los humedales antrópicos, según la académica, poseen un profundo valor cultural y simbólico, al ser un legado de conocimientos precoloniales. Sin embargo, enfrentan retos como la pérdida de interés entre los jóvenes, altos niveles de contaminación, y el incumplimiento de la Ley Nacional de Aguas. Montes de Oca advierte que su deterioro incrementaría la escasez hídrica y obligaría a realizar perforaciones subterráneas, con graves consecuencias ecológicas.
Rehabilitación y colaboración académica:
Desde 2012, la investigadora, junto con equipos de la UAEMéx y otras instituciones, trabaja en la rehabilitación de humedales mediante la siembra de arbustos y plantas desérticas. Además, destaca su relevancia turística y agrícola, que incrementa los ingresos locales.
Un llamado a las nuevas generaciones:
Montes de Oca invita a las jóvenes científicas a sumarse al trabajo de campo y a generar investigaciones que conecten la ciencia con las comunidades:
«El conocimiento científico debe integrarse con el saber comunitario para enfrentar los retos ambientales. Necesitamos más investigadoras comprometidas con estos temas.»
Su labor visibiliza la importancia de los humedales antrópicos como pilares para el desarrollo sostenible, la cultura y la biodiversidad en México.
