En la colonia San Pedro Barrientos, un muro de contención de diez metros fue derribado de manera controlada el pasado 6 de noviembre, ante el riesgo inminente de un derrumbe. Ubicado al borde de una barranca colapsada, el muro representaba una amenaza directa para las viviendas cercanas, ya que los residentes lo describen como una construcción precaria, similar a un “castillo de naipes.”
El desalojo preventivo afectó a cuatro familias, es decir, 16 personas, quienes decidieron refugiarse con familiares en lugar de recurrir al albergue habilitado por el gobierno local. Originalmente, se censaron 28 personas para el desalojo, pero el número se ajustó tras la verificación oficial.
Los residentes relataron que hace aproximadamente dos semanas una empresa comenzó trabajos en el muro; sin embargo, el movimiento de tierra desestabilizó la zona, lo que, finalmente, derivó en el desplome. Autoridades locales apuntan a una fuga de agua como la causa principal del incidente, ya que el drenaje debilitó el talud, acumulando unas 150 toneladas de tierra que terminaron cediendo.
Actualmente, se llevan a cabo labores para reconstruir el muro y reforzar la seguridad en el área. No obstante, persiste un riesgo latente debido a nuevas filtraciones detectadas a lo largo del muro.