Por Frida Flores.
El pasado 7 de octubre en Tuxtla Gutiérrez, un hombre de aproximadamente 32 años de edad entró sin permiso a la casa de Max, un perro raza Pitbull que defendió sin dudar su hogar después de que José “N” lo agrediera.
Vecinos al escuchar los gritos provenientes del lugar llamaron a la policía y a las unidades de emergencia.
A consecuencia de las mordidas José “N” casi pierde el brazo, por lo que sus familiares solicitaron a las autoridades que sacrificaran a Max, lo que generó una gran polémica en redes sociales en defensa del animal.
Por su parte, Franny Garibaldi, directora de Defensoría Animal MOC y asesora legal de la familia humana de Max y Kiara (la perrita que acompaña a Max), recalcó que el perro actuó en defensa propia y al estar dentro de su domicilio, no amerita ser sancionado.
“(…) y a partir de la mañana que salió la nota y la gente empezó a dar todo el apoyo, pues la familia a partir de ese momento dijo que no iba a actuar; los buscó y dijo que ya no iba a actuar y fue a partir de que vieron que la gente estaba apoyando a Max.”