Han fallecido más de 20,000 personas que fueron infectadas de Coronavirus en Italia, una cifra superior a los 431 fallecidos que hubo el domingo cuando se registró el número más bajo de muertos en las últimas tres semanas.
Sin embargo, los contagios siguen a la baja, con 3.153 casos nuevos de Covid-19 en este último día. También disminuyen los ingresos en la UCI, ya que hay 83 personas menos en cuidados intensivos que la jornada anterior.
En la rueda de prensa diaria de la Protección Civil Gianni Rezza, del Instituto Superior de Sanidad italiano, ha explicado que los datos de mortalidad y los nuevos casos no significan que la situación no haya mejorado, porque los nuevos casos corresponden a gente que quizás fue contagiada hace 20 días. “Después del confinamiento puede continuar la transmisión entre familiares, y hay que tener en cuenta el periodo de incubación. Entre el contagio y la notificación de hoy pueden pasar hasta veinte días”, ha afirmado.
El tiempo que transcurre hasta la muerte puede ser incluso más largo, por lo que es presumible que la mortalidad continúe alrededor de estas cifras en estos próximos días. “Primero veremos disminuir los casos, y luego los decesos serán lo último”, ha insistido Rezza. “Ahora se está contrayendo porque al aumentar el número de pruebas se llega antes a la diagnosis”.En total ya hay casi 160.000 italianos que han contraído el virus, de los cuales 35.435 se han curado y 103.616 siguen actualmente positivos.
Este balance llega un día antes de que empiece una nueva fase en Italia en la lucha contra la pandemia. No se trata de la llamada fase dos, cuando empezarán a relajarse las medidas de confinamiento, que oficialmente y a día de hoy comenzará el próximo 3 de mayo, sino una fase intermedia. A partir de mañana tienen permiso para abrir algunos negocios más allá de los supermercados, farmacias, bancos u oficinas de correos que hasta ahora eran los considerados esenciales.
El Gobierno de Giuseppe Conte ha permitido que este martes también abran las puertas las librerías, las papelerías y las tiendas de ropa para niños y neonatos. También han ampliado la lista de actividades consentidas permitidas, incluyendo las actividades forestales y la silvicultura, la fabricación de ordenadores, el acceso a las empresas de los vigilantes de seguridad y el personal de limpieza y desinfección, entre otras cosas.
Ha habido un fuerte debate en Italia respecto a la apertura de estos negocios. Lombardía y el Piamonte, dos regiones muy afectadas en el norte de Italia, han prohibido la apertura de librerías y papelerías hasta el 3 de mayo. Pueden hacerlo porque el Gobierno permitió a las regiones la facultad de endurecer las normas.
El ministro de Cultura, Dario Franceschini, explicó que en las librerías serán necesarias las mismas medidas de distancia social que en los supermercados. “No es un gesto simbólico –dijo en Twitter– sino el reconocimiento que también el libro es un bien esencial”.