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José Juan Luna Padilla es invidente y en la UAEMéx encontró un espacio de inclusión para estudiar



Las oportunidades laborales y académicas para las personas con discapacidad son escasas, pero en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) encontré un espacio de inclusión sensible, que me permitió concluir mis estudios de nivel superior y aspirar a una mejor calidad de vida para mí y mi familia. Así lo expresó José Juan Luna Padilla, egresado de la Licenciatura en Derecho del Centro Universitario Ecatepec de la UAEMéx.

“Mi paso por la educación primaria y secundaria estuvo lleno de barreras inmensas. En aquellos años se desconocía por completo la enfermedad que tenía, y al acercarme a mis docentes no encontraba una respuesta para aprender en igualdad de condiciones que mis compañeros”, afirmó.


Relató que en 1994, la retinitis pigmentaria, una enfermedad degenerativa que ocasiona ceguera total, le impidió continuar sus estudios de nivel superior en la UNAM. “Mi visión me limitó bastante y no existía la tecnología con la que contamos hoy en día. Así, tuve que dejar de lado mis deseos de estudiar y prepararme”.

Desde 1991 y con una visión muy disminuida, me dediqué a la plomería y tuve empleos en diferentes empresas y compañías. Sin embargo, siempre fue difícil que mis compañeros empatizaran con los desafíos que enfrentaba, como salir de una tienda de autoservicio y ya no poder ver los autos, los postes, las banquetas o a las personas que me acompañaban, debido a la cantidad de luz en el exterior.

Una vez que llegó la ceguera total y durante la pandemia, periodo en el cual la mayoría de las tiendas permanecieron cerradas, me dediqué al comercio informal, comprando y vendiendo ropa y artículos usados. “Es así como me mantengo hasta la fecha, ya que para una persona con mi discapacidad es muy difícil conseguir un empleo”, comentó.

En 2016 quise continuar con mis estudios en la Ciudad de México, pero no lo logré. Al año siguiente, un joven que me ayudó en las instalaciones del Metro de la Ciudad de México me habló de la UAEMéx y fue así como llegué al Centro Universitario Ecatepec, municipio en el que resido.


En la UAEMéx presenté mi examen de ingreso, lo aprobé e inicié mis estudios en 2017, a los 48 años de edad. Tuve una trayectoria académica satisfactoria y ahora estoy estudiando el Diplomado Superior en Juicios Orales, con la finalidad de obtener mi título profesional.

Realizar estudios de nivel superior con mi discapacidad fue todo un reto, principalmente durante la pandemia. Sin embargo, desde el primer momento conté con el apoyo de la comunidad del Centro Universitario Ecatepec. Estudiantes, docentes y administrativos me recibieron con los brazos abiertos.

Algunos profesores se acercaron a preguntarme qué necesitaba y, por ejemplo, me ayudaron a resolver el obstáculo del uso de la computadora. Mis primeras habilidades en el uso de la tecnología las adquirí en la UAEMéx.

En los primeros semestres, solicité apoyo de compañeros de diferentes carreras para que me prestaran su tiempo y ojos, leyéndome libros y documentos para grabarlos y poder repasar y preparar mis exámenes. También me permitieron grabar las clases y me apoyaron con las tareas.

Durante la pandemia necesité más conocimientos de la paquetería de Office y al investigar, encontré la Universidad Nacional de Ingeniería de Perú, donde tomé cursos en línea y aprendí a manejar sistemas operativos adaptados para personas con baja visión o ciegas.

Realizar estudios de nivel superior ha sido un proceso con muchas barreras, pero gracias al apoyo de la UAEMéx, hoy estoy aquí y sigo avanzando y aprendiendo. Concluir el diplomado y titularme me permitirá cerrar un ciclo, pero no todo acabará ahí. El título profesional, por sí mismo, no me dará una calidad de vida; tengo que seguir capacitándome y luchar para estar en igualdad de condiciones que los demás y postularme para un trabajo.

Me gustaría trabajar en el Archivo General de Notarías de la Ciudad de México, donde hice mis prácticas y me sentí muy a gusto. También quisiera dar clases de informática a ciegas en la UAEMéx, sobre NVDA (Non Visual Desktop Access), un lector de pantalla libre y gratuito que permite a las personas ciegas usar ordenadores.

Me encantaría dejar en mi universidad una experiencia de vida y los conocimientos necesarios para que, en el futuro, personas con diferentes discapacidades tengan más facilidades para concluir sus estudios de nivel superior y tener una mejor calidad de vida. Por ello, sigo preparándome en informática a ciegas, tomando cursos y perfeccionando mis conocimientos al respecto.

José Juan Luna Padilla recalcó que “los empleos y las oportunidades son escasas para las personas con discapacidad. La mayoría tenemos empleos informales y lo que ganamos no nos permite tener una verdadera calidad de vida”.

Es crucial que las personas con discapacidad cuenten con oportunidades para continuar su formación académica, superarse y mejorar su calidad de vida y la de sus familias. Para hacer efectivos los derechos de las personas con discapacidad, es necesario tomar medidas legislativas, administrativas y de cualquier otra índole, incluso modificar o derogar leyes, reglamentos, costumbres y prácticas discriminatorias.

Finalmente, en todos los espacios públicos hace falta infraestructura que facilite la movilidad de las personas con discapacidad. Hay zonas de riesgo en las que es necesario colocar guías, barandales y pasamanos, para que las personas con discapacidad transiten con seguridad.

Soy una persona con discapacidad, con ceguera total, pero con toda la actitud para seguir avanzando y desarrollarme como persona. No fue fácil realizar mis estudios de nivel superior, pero agradezco estar aquí. Hoy mi familia está sumamente orgullosa de mí, especialmente mi hija Cristina y mi nieta Tania Belén, quien está muy motivada y ya piensa en estudiar en la UAEMéx y seguir mis pasos en la carrera de Derecho, concluyó José Juan Luna Padilla.

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