0ara llegar a Tabasco, en el sur de México tomaron aviones, taxis y autobuses.
«Cuando llegamos a Villahermosa, nos acercamos a un grupo de taxistas. Le pedimos ayuda y le ofrecimos US$50 para poder llegar a la terminal de autobuses. Hasta ese momento, todo iba bien. Ahí fue cuando comenzó todo», cuenta Juan M*, un cubano de 31 años.
Era de noche. El reloj marcaba poco más de las 9:00 PM cuando, según su testimonio, dos camionetas negras detuvieron el taxi.
Maribel P* también iba allí con su hijo, de 19 años.