Columna: Aguas Internacionales
Autor: Pepe Cureño
Sin duda alguna, emprender una travesía siempre conlleva algo de arrojo, miedo y curiosidad, después de varios años sin escribir de forma oficial, el regresar a las andadas de la tinta y el inigualable olor al papel prensa me llenan de franca emoción, agradezco la invitación de mi amigo Òscar para darle voz a este espacio informativo, puesto que, mi corazón siempre ha estado entre dos tierras mi amada musa Fanny y mi pasión por expresar lo que siento.
Este espacio se ha denominado “Aguas Internacionales”, ya que, desde su génesis estáplanteado para ser una zona autónoma y construir desde ella: un portal de libre opinión alejado de la censura de un editor moralista o de ser una columna más en un pasquín noticioso y tendencioso; Es decir, es un lugar para enunciar y denunciar cosas serias o también para pitorrearnos de las situaciones posmodernas más irrelevantes y triviales, pero, que a ojos de Usted amable lector, le harán pasar un rato agradable o tal vez reflexionar a profundidad sobre su vida.
Hoy hay mucho que decir, pero muy pocos nos atrevemos a hacerlo, pues la comodidad de no incomodar y ser cómplice silencioso y permisivo de lo que no es correcto, es una área de confort que muy pocos quieren abandonar, a veces por miedo otras por placer y negocios, pero al final del camino todas convergen en un espacio común llamado traición. Considero que el traicionar es un acto vil y ruin que cuando se hace hacia nosotros mismos es entrar en proceso de autocastración de nuestros valores y principios éticos que solo conllevan a llenar de centavos nuestros bolsillos y de lodo nuestra conciencia.
Por eso me proclamo a favor de que sigan construyendo más sitios independientes como este, no para que sean un diván personal o excusado, donde los resentimientos y pulsiones salgan disfrazados de una lectura claridosa, sino que la razón acompañada de caridad siempre abonen a la construcción de una sociedad mejor, que ha dejado de leer para solo revisar “Fake News” y notas rojas y sensacionalistas que solo llenan de violencia y odio nuestra alma, con esto, no quiero que se mal interprete mi postura, no se trata de que incite a leer solo cosas culturales, filosóficas o artísticas, ya que todo es subjetivo y relativo, pero, somos lo que comemos dice el dicho y la única forma de nutrir nuestra mente es ingiriendo lecturas sustanciosas y no vacías, para eso, ya existe la frivolidad de las redes sociales. ¡Nos leemos pronto!