La tensión está en su punto máximo en el Poder Judicial del Estado de México. Una lista de vacantes enviada por su presidente, Fernando Díaz, ha encendido las alarmas, pues más de 40 jueces con experiencia podrían quedar fuera del sistema sin una explicación clara.
El problema es que el propio Consejo de la Judicatura ha señalado que la lista no fue hecha de manera independiente, sino que al parecer viene del Legislativo. Esto pone en duda la autonomía del Poder Judicial y genera una pregunta clave: ¿Está el Tribunal bajo el control de la 4T?
Además, esta decisión parece ir en contra de los principios de la reforma judicial y de la promesa de la gobernadora Delfina Gómez de respetar a los jueces con trayectoria. Ante esto, la incertidumbre crece: los afectados ya preparan impugnaciones y no descartan paros.
Lo que parecía una reforma tranquila ahora se perfila como una crisis institucional. ¿Tomará cartas en el asunto el Gobierno del Estado de México o dejará que el sistema judicial tambalee?
