Tenancingo, Méx; 26 de marzo de 2025.
El Orquidario del Centro Universitario Tenancingo de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) alberga 305 ejemplares de 53 especies de orquídeas silvestres provenientes de diversas regiones del país, consolidándose como un espacio clave para la conservación y la educación ambiental.
Según María Ascensión Aguilar Morales, encargada del Orquidario, este proyecto nació de la necesidad de ofrecer a los estudiantes de la licenciatura en Ingeniería Agrónoma en Floricultura un entorno de aprendizaje práctico. “Me invitaron a impartir la Unidad de Aprendizaje ‘Orquídeas y Bromelias’, pero al llegar no había material disponible para el trabajo experimental. Decidimos participar en una convocatoria de estancias posdoctorales del gobierno federal, lo que permitió la creación de este espacio mediante el proyecto ‘Estrategia de conservación de orquídeas para el sur del Estado de México’”, explicó.
El Orquidario se construyó en octubre de 2022 con el objetivo de contar con una colección viva de orquídeas que facilitara la investigación y la enseñanza. Actualmente, está dividido en dos áreas: una de malla sombra, destinada a la recepción, cuarentena, montaje, preparación de sustratos, desinfección y propagación; y el área de exhibición.
Inicialmente, el Orquidario contaba solo con especies del Estado de México. Sin embargo, en 2024, la arqueóloga y antropóloga Yoko Sugiura Yamamoto, integrante emérita del Sistema Nacional de Investigadores, donó alrededor de 200 ejemplares de orquídeas de diversas partes del país. Además, el espacio alberga orquídeas comerciales de otros países para que los estudiantes aprendan sobre sus técnicas de propagación y producción.
Para el crecimiento de la colección, se realizarán colectas en el sur del Estado de México con especies de alto potencial ornamental. “Nuestro objetivo es crear un banco de germoplasma y reproducirlas mediante cultivo de tejidos vegetales. Esto permitirá registrar el Orquidario como una Unidad de Manejo Ambiental (UMA), lo que nos facultará para la conservación y la venta legal de ejemplares”, destacó Aguilar Morales.
El registro como UMA requiere documentación detallada sobre la procedencia de los ejemplares, un inventario completo, un técnico responsable y la autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
Más allá de la conservación, el Orquidario funge como un laboratorio donde los estudiantes pueden realizar polinizaciones, observar el desarrollo de las cápsulas de semillas y experimentar con distintas técnicas de cultivo. Asimismo, reciben capacitación sobre los procedimientos legales para la colecta y comercialización de orquídeas de manera sustentable.
El Orquidario también promueve el aprovechamiento creativo de las flores, enseñando a deshidratarlas para convertirlas en joyería o elementos decorativos. En este sentido, se han impartido talleres sobre rescate de orquídeas y creación de piezas en resina, beneficiando a personas interesadas en generar ingresos adicionales a partir de estas técnicas.
Finalmente, Aguilar Morales destacó que el Orquidario del Centro Universitario UAEM Tenancingo está abierto al público en general. Para visitarlo, es necesario realizar una solicitud previa y coordinar una visita guiada.
